Principalmente, esta clase de cirugías se realizan por cuestiones de salud, aunque suelen tener un componente psicológico muy grande ya que no en pocas ocasiones conllevan inconvenientes en el campo psicosocial conllevando problemas de autoestima. Es por ello que esta clase de intervenciones deben llevarse a cabo siempre teniendo en cuenta determinadas claves psicológicas.
Claves psicológicas sobre la cirugía maxilofacial
- Expectativas realistas: Cuando un paciente pasa por el quirófano lo hace bajo la promesa de que su aspecto mejorará. Esto es muy posible y los resultados, en ocasiones, suelen ser sorprendentes. Sin embargo, esto no es una cirugía estética al uso por lo que las expectativas deben estar acordes con la realidad de una cirugía por cuestiones de salud.
- Cuidados postoperatorios: Las revisiones médicas y llevar a rajatabla todas las prescripciones son necesidades primordiales a tales efectos ya que en caso contrario pueden surgir complicaciones no diagnosticadas a tiempo.
- Solución conflictos de identidad: Estos aparecen cuando nuestro reflejo no se corresponde con la imagen que nos devuelve el espejo. Ante esto, la terapia psicológica puede ser muy satisfactoria para complementar el tratamiento maxilofacial.
- Asumir el cambio drástico: Aceptarse a uno mismo es una tarea compleja y en el caso de que se haya dado un cambio en la imagen de esta envergadura, mostrar imágenes anteriores puede conllevar un conflicto. Aceptarnos a nosotros mismos es una tarea primordial que también puede ser fácil de solucionar gracias a la terapia.
Adaptación al entorno: Esto está más relacionado con el entorno académico, social, familiar y laboral.
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